El trabajador español
Hola de nuevo:
Fuera de su entorno, o sea, fuera de España, el trabajador español está magníficamente considerado como unos de los mejores, si no el mejor del mundo. Esto a algunos, bastantes de ustedes les va a sonar como un estupendo brindis al sol, como un inicio de artículo destinado a ganar el favor del lector.
Pues no. Pretendemos demostrar con argumentos que creemos sólidos el desperdicio de talento que en esta sufrida nación se está haciendo con la absoluta dedicación y esfuerzo de los empresarios. Esto también suena muy bien para según qué oídos.
Pero también y fundamentalmente con la ceguera, falta de perspectiva, insolidaridad y total falta de formación de buena parte de la clase sindical. No toda, pero sí la heredera del Sindicato Vertical que en su doble cara como Juno es solamente la expresión de una misma esencia Vertical.
Una vez que nos hemos hecho acreedores de una buena cantidad de denuestos de los protagonistas del descontrol patrio tras semejante introducción, intentaremos proseguir si han soportado semejante inicio propiciatorio.
Las características que lo hacen particularmente eficaz y apreciado por sus empleadores en el extranjero son las siguientes:
- Responsabilidad: Es alguien muy capaz de asumir responsabilidades y de cumplirlas brillantemente. Es una recompensa personal el sentido del “logro” propio como prueba de su orgullo como persona y del concepto que tiene de si mismo.
- Valentía: No le asustan los retos ni las dificultades. Toma decisiones en su puesto de trabajo que aunque no le correspondan, suelen resolver problemas e incidencias no previstas incluso en contra de los protocolos de actuación establecidos en el lugar donde preste sus servicios.
- Creatividad: Es una de sus facetas más apreciadas en el exterior. Es la capacidad de enfrentarse a problemas y situaciones imprevistas y hallar soluciones no contempladas de manera lógica, rápida y efectiva. También se refiere a buscar mejoras en los procedimientos, simplificándolos y haciéndolos más prácticos y rentables.
- Formación / Capacidad de aprendizaje: En un cortísimo espacio de tiempo, es capaz de asimilar conocimientos técnicos que normalmente estarían fuera del interés, que no del alcance, de otros trabajadores de otras nacionalidades.
- Resolutividad: Le puede la inacción. Se enfrenta a los problemas con ánimo de resolverlos, utilizando todas las características anteriores. Dentro de su esfera de actuación, tiende a superar las expectativas en cuanto a efectividad y toma de decisiones aunque no le correspondan.
Este modo de comportarse es el que ven los empresarios cuando el trabajador español está trabajando en los países extranjero donde presta sus servicios.
Analicemos estas características en España, en aquellas empresas (Afortunadamente, no todas) en las que los corsés ideológicos, de mentalidad empresarial, burrocracia estatal y egoísmo sindical pervierten estas virtudes con notable éxito:
- Responsabilidad: No está bien visto ni contemplado la idea de que un trabajador deba (Y menos aún, pueda) pensar por sí mismo en cualquier mejora de su puesto de trabajo, o de su empresa. Las frases sacramentales suelen ser “No te pago para que pienses”, “Haz lo que te digo y déjate de fantasías” o “Esto es lo que hay, y si no te gusta hay otros esperando tu sitio”.
- Valentía: Limitada por el fantasma del despido, de incomodar a con su (Mal) jefe, por las rigideces en la gestión de la colaboración, por la inexistente fórmula de aportación de conocimiento, o bien del apasionante sistema capador del talento.
- Creatividad: Absolutamente dedicada a la diversión malsana en forma de chismes, rumores, maldades encubiertas y guerras internas por conservar las migajas de poder e influencia que se les deja a su alcance. Normalmente la creatividad se aplica de manera intensa a conservar el puesto de trabajo frente a cualquier otro aspirante, esencialmente los más cercanos.
- Formación / Capacidad de aprendizaje: ¿Para qué me voy a esforzar en aprender si no voy a poder desarrollarlo? Pero no en esta empresa en la que estoy, sino por las limitadas oportunidades de cambio y mejora que hay, sin que debamos perder de vista la mala percepción que tienen los seleccionadores de personas de este país de aquellas personas que han cambiado de puesto de trabajo con alguna frecuencia. Los CV con diferentes empresas son mirados con bastante recelo si no con rechazo por aquellos ¿Profesionales? Encargados de esta delicadísima y esencial misión.
- Resolutividad: Aunque es posible encontrarla, está limitada en gran medida por los mismos argumentos que ya se usaron en el apartado de la Responsabilidad. Podríamos añadir más ejemplos, pero dejamos al lector que aporte sus experiencias personales que con seguridad las tiene y ha padecido.
¿Qué es lo que conseguimos con esto? Grandes dosis de diversión maligna basadas en el sistema organizativo empresarial que genera una emoción diaria en el trabajador ante la incertidumbre de los aconteceres diarios de su empresa. En este punto, la jornada laboral de cualquier trabajador español en la que no haya habido algún momento de zozobra, crisis, enfrentamientos e inclusos broncas sean con el jefe, con el compañero o con el maldito cliente que quiere ser escuchado (¡Habráse visto semejante desfachatez!, ¿Y no quería el tipo que le arreglase un problema que le corresponde a las perturbados del Departamento X, que es su obligación?)
Así, la jornada laboral que transcurre por unos cursos normales, sin estridencias, con el cumplimiento del trabajo encomendado sin haber resuelto ninguna Crisis Nuclear, ni peleas, desfases ni gritos, sólo provoca que al final de la jornada si se le pregunta a ese trabajador por su día de trabajo, conteste con voz de bastante hartazgo: “¡Pufffff, aburriiiidaaa! ¡No ha pasado nada interesante!”
Este es el panorama que tenemos. Y todas estas magníficas características que medianamente bien encauzadas podrían hacer de nuestras empresas las más punteras del mundo hacen que los mejores profesionales opten por ir a buscar lugares en los que poder desarrollar sus aptitudes y actitudes en un entorno más gratificante y mejorar las capacidades competitivas de las empresas competidoras de las nuestras.
Y así vamos.
Creemos que es el momento de cambiar hacia la Gestión del Talento. Y aunque los responsables del entorno comenzando por el Estado, y siguiendo por los siguientes causantes del desvarío no se lo crean, en España hay mucho. Muchísimo.
En Tavira Y Asociados intentamos aprovechar el valor latente de las personas, y ponemos a la disposición de aquellos empresarios que se consideren lo suficientemente responsables, creativos, valientes, con afán de aprendizaje y resolutivos nuestro Diagnóstico de Situación en:
¿Se atreverán?
Empecemos por el principio.
Saludos a todos, y buena semana.